Los tres Mosqueteros de Alexandre Dumas
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Los tres Mosqueteros de Alexandre Dumas
Los tres mosqueteros
(en francés: Les trois mousquetaires) es una novela del escritor Alexandre Dumas, publicada inicialmente en folletines por el periódico Le Siècle, entre marzo y julio de 1844. En ese mismo año fue publicada como volúmen por la editorial Baudry y reeditada en 1846 por J. B. Fellens y L. P. Dufour con ilustraciones de Vivant Beaucé.
(en francés: Les trois mousquetaires) es una novela del escritor Alexandre Dumas, publicada inicialmente en folletines por el periódico Le Siècle, entre marzo y julio de 1844. En ese mismo año fue publicada como volúmen por la editorial Baudry y reeditada en 1846 por J. B. Fellens y L. P. Dufour con ilustraciones de Vivant Beaucé.
La novela relata las aventuras de un joven gascón de 18 años llamado D'Artagnan, que viaja rumbo a París para convertirse en mosquetero. D'Artagnan no es uno de los mosqueteros del título, sino que lo son sus amigos Athos, Porthos y Aramis, amigos inseparables que viven bajo el lema «uno para todos, todos para uno». Juntos, sirven al rey Luis XIII y enfrentan a su primer ministro, el Cardenal Richelieu, y a sus agentes Milady de Winter y el Conde de Rochefort, para así resguardar el honor de la reina Ana de Austria. (se sospecha que tiene por amante al Duque de Buckingham)
Hasta aquí , un pequeño resumen de la trama de la historia.
Ahora bien, se mezclan personajes de la historia real con ficción, pero antes de meternos en la obra, sepamos algo de su autor, aunque éste informe nos llevará también a la obra:
LAS VARIAS VIDAS DE D'ARTAGNAN
por Armando Boix
“Fue el rey de los folletinistas y el más hábil de los falsificadores de la historia.” Delarue
“Yo sé que violo a menudo la historia, pero le engendro hijos muy interesantes.” A. Dumas
Los escritores románticos no eran excesivamente puntillosos en lo que respecta a la originalidad argumental, pero no creo que eso desmerezca en absoluto la grandeza de sus obras. ¿Es menos importante el FAUSTO de Goethe por la existencia de otro FAUSTO debido a Marlowe? ¿Es que una de las más interesantes muestras del romanticismo español, EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA, deja de serlo por oposición a otras versiones del mito de Don Juan o por el parecido argumental con LAS ÁNIMAS DEL PURGATORIO, de Mérimée? Si midiéramos el interés de una obra literaria por lo novedoso de su trama, Alejandro Dumas estaría entre los últimos del escalafón; por el contrario, se situaría a la cabeza si midiéramos lo apasionante del desarrollo y la fidelidad de los lectores, que jamás lo han abandonado en un siglo transcurrido después de su muerte.
Alejandro Dumas, nacido Alexandre Davi de la Pailleterie Dumas, en Villers-Cotterêts, Aisne, el 24 de julio de 1802, fue un mulato hijo de un general y nieto de un noble residente en Santo Domingo. Quedó huérfano a los cuatro años y, con grandes apreturas económicas, su educación no pasó de los niveles más elementales. Se empleó como pasante de un abogado hasta su marcha a París, con veintiún años. Las cartas de recomendación de los compañeros de armas de su padre hicieron que el general Fox obtuviera para él un empleo en la secretaría del duque de Orleans. Entonces aprovechó para suplir su falta de estudios con un aprendizaje autodidacta.
Su interés por la literatura nació viendo una representación de HAMLET y sus primeros intentos de creación se dirigieron al teatro, con poca fortuna. También escribió poemas, que el mismo se editó, y una colección de narraciones que tituló NOUVELLES CONTEMPORAINES (1826). Consiguió estrenar por primera vez en 1825, con el voudeville LA CHASSE ET L'AMOUR, que presentó con el seudónimo de Davy, y el éxito no se le negó por mucho tiempo. Obras como ENRIQUE III Y SU CORTE (1829) o CRISTINA (1830) recibieron una calurosa acogida por parte del público.
De todos modos su paso a la posteridad no vendría a través del teatro sino de la novela. Su nombre figura en más de mil obras y ganó con ellas una fortuna que dilapidaba con la misma velocidad con que la ganaba. Una prueba del éxito internacional de Dumas es el paradójico hecho de que, en ocasiones, llegaran a publicarse sus novelas como libro antes en España que en Francia, tras su inicial edición como folletín.
Los críticos quisquillosos tal vez citarán en su contra la dudosa autoría de muchos de sus novelas, pues Dumas organizó todo un taller de literatura a su alrededor, con diversos autores negros a su servicio. Las dudas han dado pie a que aún se recuerden anécdotas como aquella sobre un encuentro con su hijo por las calles de París. Cuando Dumas padre le preguntó: ¿Qué? ¿Ya has leído mi última novela?, el hijo respondió: Sí, la he leído. ¿Y tú? ¿La has leído ya?.
Está demostrado que Dumas no escribió la integridad de las páginas firmadas con su nombre, aunque, por más que delegase en otras plumas la tarea de redacción, nunca dejó de concebir las líneas argumentales y revisar meticulosamente la versión final, antes de entregarla a imprenta, como algunos manuscritos conservados prueban. Su concepción de la creación artística encontraría similitudes con los talleres de pintores antiguos en los que el maestro supervisaba y daba la pincelada genial, mientras el trabajo grueso lo hacían los aprendices... O mejor, como en una moderna producción cinematográfica, donde el director se responsabiliza de conjugar los talentos a su servicio pero en modo alguno realiza personalmente todas las tareas del rodaje.
Dumas se jactaba de tener tantos colaboradores como generales Napoleón, y hoy conocemos los nombres de bastantes, como Feliciano Malefille, Paul Meurice, Lacroix, Adolfo de Ribbing, Jacques Rousseau, Emile Souvestre, Gustave Vulpian, Cordelier-Delanove... De todos ellos, el de mayor talla fue Auguste Maquet, el hombre tras LOS TRES MOSQUETEROS y LA REINA MARGOT. Maquet nació en París en 1813. Tras un periodo como profesor del colegio de Carlomagno se puso bajo la batuta de Dumas durante casi veinte años. Su separación en 1851 nada tuvo de amistosa y acabó incluso en juicio. A partir de ese momento Maquet se dedicó a escribir teatro en solitario, sin demasiado éxito (como también decreció, reconozcámoslo, la calidad de las novelas de Dumas). Murió en Sainte Mesme en 1888.
Por lo que sabemos, hay que atribuir a Auguste Maquet y Dumas en conjunto la paternidad de LOS TRES MOSQUETEROS. Pero además hay otras plumas, más lejanas en el tiempo, que también podrían reclamar su parte en el mérito. El mismo Dumas lo reconoce en el prefacio a la novela:
Hará poco más de un año que, registrando en la Biblioteca Real algunos documentos para la historia de Luis XIV, cayeron casualmente en nuestras manos las MEMORIAS DE M. ARTAGNAN, impresas, como casi todas las obras de aquella época en que los autores querían decir la verdad sin ir a la Bastilla y pasarse allí una temporada más o menos larga, en Amsterdam, en la imprenta de Pierre Rouge. El título nos agradó; nos la llevamos a casa, con permiso del bibliotecario, por supuesto, y las devoramos en un minuto.
Aquí Dumas hace referencia a su primera fuente de inspiración, una obra en tres volúmenes de larguísimo título: MÉMOIRES DE M. D'ARTAGNAN, CAPITAINE-LIEUTENANT DE LA PREMIERE COMPAGNIE DES MOUSQUETAIRES DU ROI, CONTENANT QUANTITÉ DE CHOSES PARTICULIÈRES ET SECRÈTES QUE SE SONT PASSÉES SOUS LE RÈGNE DE LOUIS-LE-GRAND. Pese a las pretensiones del título, en realidad nada tienen de auténticas estas memorias. Son un texto apócrifo publicado en 1700 por Gatien Courtils de Sandras (1644-1712), un oscuro escritor que por culpa de sus líbelos políticos tuvo que huir a Holanda e incluso sufrió prisión en la Bastilla por nueve años. Estas MEMORIAS fueron un verdadero éxito y llegaron a tirarse cinco ediciones en menos de quince años, nada frecuente en aquel tiempo.
Puesto que Courtils, además de literato, fue también soldado, algún comentarista más sentimental que riguroso ha gustado imaginar que llegó a conocer a D'Artagnan en el campo de batalla y recibió de sus propios labios la historia de su vida. No hay ninguna evidencia que pueda justificar tal opinión; muy al contrario, los errores que las falsas memorias contienen desdicen una fuente de información tan directa. De hecho autores como Néstor Luján han defendido esa posibilidad en algún artículo, añadiendo a los posibles informadores de Courtils la figura de François de Montlezau, señor de Besmaux, amigo íntimo de D'Artagnan y gobernador de la Bastilla durante el encierro de Courtils. Luján no repara en su incongruencia, si tenemos en cuenta que las MEMORIAS se publicaron en 1700 y Courtils no pasó por la Bastilla hasta dos años después.
El principal de esos errores históricos sería la confusión de Courtils con dos personajes de similar nombre: Charles de Batz-Castelmore, conde d'Artagnan (el verdadero mosquetero) y Paul, barón de Batz. Este último fue protagonista de una comisión ante Cromwell en 1654 para establecer una alianza entre Francia e Inglaterra, durante la cual fue acusado de conspiración y expulsado del país. Courtils adjudica este episodio a D'Artagnan en las MEMORIAS y de él pasaría a Dumas, que EN LOS TRES MOSQUETEROS lo transformará con mucha más imaginación y sentido de la aventura en el episodio de los herretes de la Reina y el asesinato del duque de Buckingham.
Podemos hablar, pues, de tres D'Artagnan (si añadimos al barón de Batz serían cuatro), con sólo algunos puntos de conexión entre sí. El primero de ellos, el histórico, nació cerca de Lupiac en el castillo de Castelmore en fecha no determinada, que oscila entre 1611 y 1620, según las fuentes. Marchó muy joven a París y entró en la Compañía de Guardias del rey. Su bautismo de fuego sería en el sitio de Arrás, en 1640, y participó en la guerra del Rosellón. Para cuando ingresó en los Mosqueteros, Luis XIII había muerto y Mazarino había sustituido a Richelieu como cerebro del reino. Hombre de armas toda su vida, participará en las guerras de Flandes y alcanzará los máximos puestos dentro de los Mosqueteros. Su muerte tendrá lugar durante el sitio de Maestricht, en 1673, atravesado por una bala de mosquete, siendo ya mariscal.
De los dos D'Artagnan literarios, el primero sigue con bastante fidelidad al original, pese a los errores señalados, si bien Courtils demuestra en su relato mucho más interés por los detalles picarescos y escabrosos que por las hazañas militares de su modelo.
Mucho más falso es el D'Artagnan de Dumas y Maquet, aunque también más apasionante. Primero hacen retroceder a su héroe en el tiempo y sitúan su nacimiento en 1607, para poder centrar más cómodamente la acción durante los tiempos de Richelieu. De todo lector es conocido el enfrentamiento de ambos personajes, pero parece ser que el D'Artagnan real en nada se opuso al primer ministro de su época, Mazarino, sino que fue su agente en diversas misiones secretas. Dumas toma de Courtils, con algunos cambios menores, el primer episodio con el enfrentamiento en la aldea y el encuentro y duelo con los mosqueteros, algunos personajes como los citados espadachines, el señor de Treville o la misteriosa Milady. También conserva una de las escenas pícaras, censurada a menudo en las ediciones juveniles de la novela: cuando D'Artagnan se beneficia a Milady haciéndose pasar por otro hombre e introduciéndose en su lecho. Toda la aventura de los herretes de la reina y la posterior persecución y ejecución de Milady es pura invención de Dumas para añadir emoción y dramatismo al relato. La muerte de Milady, en Courtils, se produce fuera de escena, sin ninguna intervención de los mosqueteros: D'Artagnan, de misión en Londres, se entera de la aparición de su cadáver cosido a puñaladas y supone que es la venganza de uno de sus muchos amantes burlados.
Pero, probablemente, uno de los mejores hallazgos de Dumas, que aparece en Courtils con menor desarrollo, es el formidable trío de mosqueteros que acompañarán a D'Artagnan en sus correrías: Athos, Porthos y Aramis. Como el gascón, también ellos son personajes históricos. Athos fue en realidad Armand de Sillègue, señor de Athos, mosquetero desde 1640 y muerto tres años después, probablemente en un duelo; Porthos fue Isaac de Portau, mosquetero desde 1639; y en el origen de Aramis estuvo Henri d'Aramitz, sobrino de Treville (o Troisville), el capitán de los mosqueteros del rey.
Desde su publicación por entregas en el periódico Le Siècle, entre marzo y julio de 1844, LOS TRES MOSQUETEROS (LES TROIS MOUSQUETAIRES) es la novela más popular dentro de la extensa obra de Alejandro Dumas (en dura competencia con EL CONDE DE MONTECRISTO). El cariño de los lectores a los indómitos mosqueteros convertiría esa historia inicial en primera parte de una trilogía que completan VEINTE AÑOS DESPUÉS (VINGT ANS APRÈS; 1845) y EL VIZCONDE DE BRAGELONNE (DIX ANS PLUS TARD OU LE VICOMPTE DE BRAGELONNE; 1848-1850); pero ninguna de esas entregas posteriores recuperaría la vitalidad de la primera, tal vez por lo envejecido de sus protagonistas.
Culpable o no de plagio, lo cierto es que la obra de Alejandro Dumas es una soberbia lección de literatura amena que ha sobrevivido mejor el paso del tiempo que la de su antecesor Gatien Courtils de Sandras, o que la de los muchos imitadores que el propio Dumas generaría, entre los que encontramos narradores nada despreciables como Paul Feval. Si hoy el pequeño hidalgo de Gascuña es recordado se debe en exclusiva a sus méritos y no creo que a los millones de lectores apasionados con sus aventuras les importe lo más mínimo eruditas disquisiciones sobre el verdadero origen de la historia.
© Armando Boix, 1 de noviembre de 1999 Créditos
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Errores históricos y ficción resultaron ser la dupla para un libro más que interesante.
Pero sigamos investigando….
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Re: Los tres Mosqueteros de Alexandre Dumas
Los personajes reales
Reina de Francia
Ana de Austria (Valladolid, España, 22 de septiembre de 1601 – París, 20 de enero de 1666), fue infanta de España por su descendencia de los reyes Felipe III de España y de Margarita de Austria-Estiria, y reina consorte de Francia y de Navarra por su matrimonio con Luis XIII.
En cumplimiento del acuerdo matrimonial firmado en 1611, se casó el 18 de octubre de 1615 en Burgos con Luis XIII de Francia (1601 – 1643), hijo de Enrique IV (1553 – 1610) y de María de Médicis (1575 – 1642). En el enlace, celebrado en España, no estuvo presente Luis XIII, que fue representado, en Burgos, por el Duque de Uceda. Ese mismo día, Isabel de Borbón, hermana de Luis XIII se casaba en Burdeos con el infante Felipe, hermano de Ana, futuro Felipe IV de España. Ambas princesas fueron rápidamente «intercambiadas» (la una hacia Francia y la otra hacia España) en la isla de los Faisanes, situada a orillas del río Bidasoa, cerca de Hendaya. El matrimonio de Ana de Austria y Luis XIII se celebró en Burdeos el 21 de noviembre de 1615.
Se le atribuyó una aventura amorosa con el duque de Buckingham (1648-1721), sin que pudiera probarse nada pese a las continuas visitas que éste realizaba a París para entrevistarse con la reina. Estos galanteos propiciaron la separación del matrimonio. Ana se retiró a su castillo de Val-de-Grâce en el que permaneció varios años, hasta que terminó por reconciliarse con Luis XIII, y regresó a París.
Al morir su esposo (1643), fue nombrada regente de Francia (1643–1651) y consiguió que el Parlamento de París aboliera el testamento de Luis XIII, que limitaba sus prerrogativas. Nombró al cardenal Giulio Mazarino, ya presente en el Consejo de regencia, como presidente del consejo real. Se sospechó que contrajo matrimonio secreto con él (aunque nunca se pudo aportar documentación alguna que lo probara, pese a que algunos indicios así lo indicaban).
Al llegar Luis XIV de Francia a la mayoría de edad (13 años), en 1651, ascendió al trono y las actividades políticas de Ana de Austria fueron considerablemente reducidas, aunque su preponderancia continuó dejándose sentir mientras vivió Mazarino. A la muerte de éste (1661), Luis XIV asumió todo el poder y la reina se retiró, de nuevo, a Val-de-Grâce, donde permaneció hasta su fallecimiento.
Fue acusada de traición, acusación basada en la correspondencia secreta que mantenía con su hermano Felipe, por lo que fue inculpada de intrigar contra su mayor enemigo el cardenal Richelieu; asimismo se le atribuyó el haber participado en la conspiración de Chalais y de Cinq-Mars, imputaciones que, parece ser, carecían de verosimilitud.
Murió el 20 de enero de 1666 en París a causa de un grave cáncer de mama, también conocido como cáncer de pecho -uno de los primeros que se conocen en la Historia- pocos meses después de su hermano Felipe IV de España, siendo la última superviviente de los hijos de Felipe III de España y Margarita de Austria-Estiria. Su considerable patrimonio fue heredado por su nieta, la futura reina consorte de España María Luisa de Orleáns.
Armand Athos
Armand, Seigneur de Sillègue, d'Athos, et d'Autevielle ("Señor de Sillègue, Athos y Autivielle"), más conocido como Armand Athos (c. 1615 – 21 de diciembre de 1643), fue un mosquetero gascón de la Maison du Roi en la Francia del siglo XVII. Athos era primo hermano del Conde de Troisville y primo de Isaac de Porthau, y junto a Henri d'Aramitz y este último formaron al grupo de los "tres hermanos".1 2 Sirvió como inspiración para el personaje del mismo nombre de Alejandro Dumas en Las novelas de D'Artagnan.
De origen probablemente noble,3 Athos nació en Bearn, Francia alrededor del año 1615, hijo de Adrien de Sillègue Athos d'Autivielle de Cassaber y de la hermana del Conde de Troisville.
De acuerdo con las memorias del Conde d 'Artagnan, d 'Artagnan salvó vida de Athos en Pré aux Clercs.1 Después de unirse a los mosqueteros de la Guardia en 1640, Athos mantuvo su amistad con d' Artagnan.
Athos falleció en combate el 21 de diciembre de 1643 y fue enterrado en el Pré aux Clercs, cerca de París.
Henri d'Aramitz
Henri, señor d'Aramitz ("Señor de Aramits"; c. 1620–1655 o 1674) fue un sacerdote católico gascón, antiguo mosquetero de la Maison du Roi en la Francia del siglo XVII. Además, era el sobrino del Conde de Troisville, capitán de los mosqueteros de la Guardia.1 Aramitz sirvió de inspiración para el personaje de Alejandro Dumas Aramis en Los tres mosqueteros y sus continuaciones.
Aramitz nació en una familia noble, hijo de Charles d'Aramitz y Catherine d'Espaloungue de Rague en Bearn, Francia.1 2 3 4 Su padre vivió en París como maréchal-des-logis de los mosqueteros de la Guardia, pero tras la muerte del abuelo de Henri, el abate Pierre d'Aramitz, Charles regresó a Bearn y se hizo cargo de la parroquia de su padre.4 Su abuelo fue un capitán en el ejército hugonote, aunque Henry d'Aramitz fue católico y se casó con una devota católica.
El tío del Henri d'Aramitz, el Conde de Troisville, lo llamó a París junto con sus primos Armand Athos y Isaac de Porthau por su reputación de maestros en esgrima. 5 En esta ocasión Aramitz tuvo la oportunidad de conocer al Conde d'Artagnan. Las Mémoires de M. Artagnan, escritas por Gatien de Courtilz de Sandras, más tarde sirvieron como base para la novela de Alejandro Dumas Los tres mosqueteros. En mayo de 1640 Aramitz se unió a los mosqueteros de la Guardia.
Aramitz se casó con Jeanne de Bearn-Bonnasse el 16 de febrero de 1650 y tuvieron dos hijos (Clemente y Amant) y una hija.1 4 5 Tras la muerte de su padre en 1648, renunció al servicio y asumió la parroquia de Bearn.4 6 Las fuentes discrepan en su fecha de muerte, registrado como 1674 o en 1655.
Isaac de Porthau
Isaac de Porthau, Portau o Portaut (30 de enero de 1617 - Pau, 13 de julio de 1712) fue un mosquetero gascón de la Maison du Roi en la Francia del siglo XVII. Además, fue el primo primero del Conde de Troisville, capitán de los mosqueteros de la Guardia y primo de Armand Athos. Porthau sirvió de inspiración para el personaje de Alejandro Dumas "Porthos" en Las novelas de D'Artagnan.
Nacido en Bearn como hijo Isaac de Porthau de Camptort de Campagne de Castetbon (Secretario de la Parlamento de Bearn) y Clémence de Brosser, fue el mayor de cuatro hijos: Jean, Jeanne y Sarah.1 Su hermano Jean también se convirtió en un mosquetero negro y puede ser en parte responsable de las representaciones ficticias de Porthau.
Porthau sirvió en compañía de Alexandre de Essarts, primo del Conde de Troisville, antes de unirse a los mosqueteros de la Guardia en 1642.1 2 Tuvo dos hijos: Arnaud y Jean.
Tras la muerte de su padre en 1654, renunció a la guardia y asumió el cargo de Secretario del Parlamento de Bearn.1 Murió de un accidente cerebrovascular el 13 de julio de 1712 y fue enterrado en la Chapelle du Saint-Sacrement, en la Iglesia de San Martín de Pau.
CHARLES DE BATZ DE CASTELMORE CONDE D'ARTAGNAN
Charles de Batz de Castelmore, Conde d'Artagnan, nació alrededor del año 1613 (algunos dan un margen de una década, entre 1610 y 1620, sin concretar), en el castillo ancestral de su padre, el castillo de Castelmore, en la comunidad de Lupiac, cantón de Aignan, en Armagnac (Gascuña). Su padre era Bertrand de Batz de Castelmore, y su madre Françoise de Montesquiou, hija del señor d'Artagnan en Bigorra. Es pues de su familia materna que el futuro mosquetero tomará prestado su nombre de "D'Artagnan".
En 1640, subió a París para reunirse con sus tres hermanos, todos haciendo carrera en el ejército como muchos otros Gascones, muy preciados por sus cualidades militares.
Cadete en el regimiento de las Guardias Francesas, en la Compañía del Capitán des Essarts, cuñado del bearnés Conde de Tréville, que ostentaba el mando de la Compañía de los Mosqueteros del Rey.
De 1640 a 1642, D'Artagnan participa en las distintas operaciones militares de Arras, Aire, Bapaume, de Collioure y de Perpiñán.
En 1644, entra en la Compañía de los Mosqueteros del Rey, donde ya se halla incorporado su hermano Paul, luego pasa en 1646 al servicio del Cardenal Mazarino, el cual será durante toda su vida, un verdadero y fiel protector.
Es en 1658 cuando d'Artagnan adquiere su título de subteniente de los Mosqueteros, tropas de élite de las cuales obtiene la dirección.
Hombre de confianza y caballero infatigable, recibirá de Mazarino su ascenso de Capitán en el Regimiento de las Guardias. Con ese grado participará en las distintas operaciones militares que se realizan en la guerra franco-española, en los Países-Bajos y en el asedio de Stenay.
Su situación en la corte le obliga a contraer matrimonio. Es en uno de esos aristocráticos salones del Marais, que frecuenta con asiduidad, que conocerá a una rica viuda, Charlotte-Anne de Chancely, Dama de Sainte-Croix. A ese lustroso matrimonio le precede, el 5 de marzo de 1659, el contrato matrimonial con las firmas del rey Luis XIV, del Cardenal Mazarin, el Duque Antoine III de Gramont, Mariscal de Francia, y François de Besmaux, Gobernador de La Bastilla (y compatriota de D'Artagnan).
Tuvo el privilegio de dirigir la escolta de la comitiva real, atravesando su país natal, para ir de camino a San Juan de Luz, donde el rey iba a matrimoniar con la infanta española Maria-Teresa de Austria, hija del rey Felipe IV de España.
Dos meses después, encabezando a los Mosqueteros, participó a las fastuosas ceremonias celebrando el real enlace en la capital francesa.
Fue sobre la orden del rey que D'Artagnan arrestó al superintendente de Finanzas Nicolas Fouquet, el 4 de septiembre de 1661. Delicada misión de la cual salió aireoso, felicitándole Luis XIV por su buen hacer.
En 1665, obtiene una comisión que le otorga el mando de la Iª Compañía de los Grandes Mosqueteros del Rey. En 1667, recibía el cargo más ilustre del Reino, el de Capitán de esa compañía con autoridad sobre el conjunto de los Mosqueteros del Rey. También le conceden las funciones de gobernador de la ciudad de Lille, reemplazando al mariscal-duque de Humières.
Durante la campaña de Holanda, conducida por el rey en persona, Maastricht, principal ciudad de Brabante, fue asediada y tomada.
El 25 de junio de 1673, D'Artagnan, llamado en refuerzo, encontraría la muerte al frente de sus tropas en el curso de un violento asalto. Recibió una bala en plena garganta.
Al llegarle la noticia de su muerte, Luis XIV lloró a su valeroso mosquetero y alabó sus méritos.
El final heróico y el carácter extraordinario de ese gascón, le valieron esa reflexión:
"D'Artagnan y la Gloria tienen el mismo ataúd."
La Familia Real Francesa le rindió un último homenaje, un año después de su muerte. Sus dos hijos, de 14 y 13 años, fueron bautizados por el obispo Bossuet en persona. El primogénito fue apadrinado por el Rey y la Reina. El menor, por el Gran Delfín y la Duquesa de Montpensier.
Escudos de Armas de D'Artagnan
En cuanto a su escudo de armas, se le asigna éste perteneciente a la familia de Montesquiou (recordemos que su madre era una Montesquiou D'Artagnan, en Bigorra): "en campo de oro, dos roeles de gules puestos uno encima del otro".
Pero, el escudo de armas de su padre, un De Batz de Castelmore, es éste: "cuartelado: 1º-4º => en campo de oro, un águila de sable; 2º-3º => en campo de azur con un castillo de dos torres de plata, cimentadas de sable".
Duque de Buckingham
George Villiers, I Duque de Buckingham (Leicestershire, 28 de agosto de 1592 – Portsmouth, 23 de agosto de 1628). Favorito del rey Jacobo I de Inglaterra y de su hijo Carlos I
Nació en Brooksby, Leicestershire, Inglaterra, el 28 de agosto de 1592; su padre Sir George Villiers (1550-1604) pertenecía a la baja nobleza. Su madre, Mary (1570-1632), enviudó pronto y lo educó para la vida en la corte, enviándolo a Francia. Allí aprendió modales, danza y francés; destacó por su belleza y espléndido físico a edad temprana, y en 1614 fue astutamente enviado ante el rey de Inglaterra, que era homosexual, con la esperanza de que éste reparase en él. Un testimonio de la época le describió como «el cuerpo mejor formado de Inglaterra».
El rey Jacobo I se enamoró de él y llegó a declarar públicamente: «Si Cristo tuvo a su Juan, yo tengo a George». El amor del rey fue correspondido por Villiers, como atestiguan las cartas de amor que le escribió; en una de ellas se lee: «Amo tu persona, y amo todas tus partes». Villiers se ganó el apoyo de todos aquellos que se oponían al antiguo favorito, Robert Carr, I Duque de Somerset.
Con el favor del rey alcanzó en menos de dos años las mayores dignidades: Villiers fue nombrado en 1615 Caballero de Cámara, luego en 1616 Barón Whaddon y Vizconde Villiers en 1616, Conde de Buckingham en 1617, Marqués de Buckingham en 1618 y finalmente Duque de Coventry y Duque de Buckingham en 1623, en la segunda formulación de dicho título. Llegó a ser primer ministro, y la persona más importante en la corte, fuera de la familia real.
Según los historiadores, su atractivo irresistible le llevó a una actitud arrogante e impulsiva, al tener plena confianza en sus encantos. Pero no estaba preparado para sus cometidos políticos.
De acuerdo a los deseos del rey, George Villiers se casó con la hija del VI duque de Rutland, Lady Katherine Manners, el 16 de mayo de 1620. Tanto ella como su padre habían planteado objeciones a la boda, pero tuvieron que acceder después de que ella pernoctó una noche «bajo el mismo techo» que el favorito. Aunque seguramente no ocurrió nada comprometedor, Lady Katherine se convenció de que lo más prudente era casarse con él. Del matrimonio subsiste un curioso retrato de Van Dyck, donde aparecen caracterizados como Venus y Adonis.
Buckingham se enriquecía cada vez más gracias a los monopolios reales y a la debilidad y connivencia del canciller Francis Bacon, creando nuevos impuestos, vendiendo privilegios. El parlamento inglés comenzó una investigación contra él en 1621, pero gracias a sus influencias no prosperó.
En 1623 Villiers acompañó a Carlos, príncipe de Gales, a España para negociar el matrimonio entre éste y la Infanta María Ana, hija menor de Felipe III. Este viaje le permitió estrechar su relación de confianza con el futuro rey Carlos I. En Madrid el rey Felipe IV les obsequió con numerosos ejemplares de caballos de raza española, lo que más adelante contribuyó para que en Inglaterra surgiesen los pura sangre.
Las negociaciones venían de largo, pero se cree que Villiers fue el causante del fracaso de las mismas. Se cuenta que el príncipe Carlos se encaprichó sinceramente de la Infanta, pero se extralimitó según la recatada corte madrileña, al trepar por una tapia para verla; la Infanta huyó despavorida.
El embajador español pidió que el parlamento ejecutara a Villiers por su comportamiento en Madrid, pero Buckingham ganó renombre pidiendo la guerra contra España a su vuelta.
Fue enviado en 1624 a Francia, junto al conde de Holanda, para solicitar la mano de la princesa Henriette de Francia, hija de Enrique IV para el rey de Inglaterra. La religión católica de la novia provocaría rechazos entre los ingleses. Durante la misión diplomática en Francia cortejó a la reina Ana de Austria, lo que le valió la expulsión y la animadversión de Luis XIII y Richelieu.
Acudió en auxilio de los protestantes rebeldes, asedió Saint-Martin-de-Ré en 1627 contra el conde de Toiras. Sus asaltos a La Rochelle y la isla de Re fracasaron y le hicieron perder más de 4.000 hombres de un total de 7.000.
Sin embargo, su suerte mejoró cuando el príncipe de Gales fue coronado como Carlos I. Aunque este rey no hubo de ser homosexual como su padre, también sintió una fascinación por él.
Buckingham organizó una expedición contra España con la intención de apoderarse de la flota del tesoro. Una flota anglo-holandesa bajo el mando de Edward Cecil atacó la ciudad española de Cádiz. La expedición fracasó por lo mal equipadas y preparadas que estaban las tropas inglesas, pudiendo los españoles resistir el ataque.
Buckingham entonces negoció con el regente francés, cardenal Richelieu, para que las naves inglesas ayudasen a Richelieu en su lucha contra los protestantes franceses (Hugonotes), a cambio de ayuda francesa contra España, que ocupaba el Palatinado. La ayuda nunca se materializó, y el parlamento inglés se escandalizó ante la idea de protestantes ingleses luchando contra los protestantes franceses.
Creyendo que su fracaso era una traición de Richelieu, organizó una conspiración contra él que incluía los enemigos del cardenal, entre ellos los hugonotes.
Cuando el parlamento procuró acusarlo por el fracaso de la expedición de Cádiz, Buckingham declaró la guerra a Francia, poniendo a Inglaterra en guerra con los borbones de Francia y los Habsburgo de España y Austria, las dos dinastías más importantes de Europa.
La popularidad de Villiers cayó al ser culpado del fracaso de los protestantes en la batalla de Dessau al mando de Ernst von Mansfeld para recuperar el Palatinado (1626).
Mientras preparaba una segunda expedición a Portsmouth, el 2 de agosto de 1628, John Felton, un oficial del ejército asesinó a Villiers apuñalándole en un muelle del Támesis. Felton fue ahorcado en noviembre, y Villiers fue enterrado en la Abadía de Westminster, siendo la primera persona no perteneciente a la familia real en ser enterrada en Westminster. Su tumba se encuentra cerca de la del rey Jacobo I.
El Duque de Buckingham fue una figura histórica muy controvertida. El escritor francés Alexandre Dumas lo describe en términos paradójicamente positivos en Los Trés Mosqueteros. En cambio, el romancista e historiador inglés Charles Dickens no disfraza un rechazo total del Duque en su libro A Child’s History of England. Según Dickens, cuando el rey inglés Carlos I encargó el Duque de Buckingham (“ese insolente nouveau-riche”) de escoltar la novia real, la Princesa Enriqueta María de Francia, de Paris para Inglaterra, Buckingham — “con su habitual audacia” — sedujo la reina de Francia, la española Ana de Austria, lo que causó un conflicto diplomático extremamente grave que el Cardenal Richelieu, ministro del rey de Francia Luis XIII, aprovechó. Más tarde, “ese pestilento Buckingham, para gratificar su vanidad herida”, arrastró Inglaterra a una guerra con Francia y España.
Y Dickens comenta: “Por tan mezquinas causas y tan mezquinas criaturas se hacen a veces las guerras.”
Lejos de lamentar el asesinato de Buckingham, Dickens remata que él “estaba destinado a no hacer mucho más mal en este mundo”.
Cardenal Richelieu
(Armand Jean du Plessis, cardenal y duque de Richelieu) Prelado francés que ejerció el poder como ministro de Luis XIII (París, 1568-1642). Procedente de la nobleza de Poitou, entró en la carrera eclesiástica para evitar que su familia perdiera las rentas del Obispado de Luçon (1606). Participó en los Estados Generales de 1614, momento en que la reina regente María de Médicis reparó en su talento y le reclutó para el servicio de la Monarquía. Fue secretario de Estado (ministro) de Interior y de Guerra en 1616. Pero tuvo que dejar el cargo cuando el joven rey Luis XIII quiso tomar en su propia mano los asuntos de gobierno, desterrando a la reina madre a Blois (1617).
Richelieu siguió a María de Médicis y actuó como intermediario para reconciliarla con su hijo. Fue así como se ganó la confianza del rey, que le hizo nombrar cardenal en 1622 y le tomó a su servicio como ministro principal (presidente del Consejo Real) en 1624. Durante los 18 años que transcurrieron hasta su muerte ejerció un poder omnímodo, en estrecha colaboración con el rey (circunstancia que, como era costumbre en la época, sirvió para enriquecer y enaltecer a la familia Du Plessis, introduciendo además en la corte y en la administración de la Monarquía a toda una red de clientes y amigos). En 1631 fue nombrado duque de Richelieu, dominio señorial que había adquirido diez años antes.
La política interior de Richelieu consistió en reforzar el poder de la Corona, sometiendo tanto a los protestantes franceses (hugonotes) como a los nobles. Acabó con las garantías políticas que Enrique IV había concedido a los protestantes por el Edicto de Nantes (1598) para poner fin a las guerras de religión; y, tras tomar a los protestantes la fortaleza de La Rochela (1628), les impuso la Paz de Alais (1629), por la que perdían las plazas fuertes que garantizaban su autonomía política, aunque conservando la libertad de culto y la igualdad de derechos con los católicos. A los nobles tardó más en someterlos, desbaratando sucesivas conspiraciones, ejecutando a algunos de sus promotores y encarcelando a otros (como los partidarios del hermano del rey, Gastón de Orléans).
La obra de Richelieu como protector de las artes y las letras tiene que ver también con el control del poder simbólico, poniendo la creación cultural al servicio de la propaganda del poder absoluto de la Monarquía: fundó la Academia Francesa (1635), sometió a su control la Universidad de París, edificó la Sorbona y el Palacio Real de París, además de interesarse por la pintura y el teatro. Fomentó la economía, entendida como fundamento del poderío de la Monarquía, a la manera de los mercantilistas; para ello fundó varias compañías de comercio y puso las bases del imperio colonial francés con asentamientos en Canadá, Guayana, Martinica, Senegal, Madagascar y la Reunión.
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Bueno, a ver… la obra de Dumas transcurre a partir de 1625 por lo tanto:
La Reina Anna tenía 24 años
Los verdaderos mosqueteros:
Athos: 10 años
Aramis: 5 años
Porthos: 8 años
La historia comienza a mezclarse…. Seguimos,
D´artagnan: 12 apróximadamente
Sabemos que D'Artagnan no vivió en la época del cardenal Richelieu, sino en la del cardenal Mazarino.
Jules Mazarin (nac14 de julio de 1602 – Vincennes, 9 de marzo de 1661) fue un hábil diplomático y político, primero al servicio del ido como Giulio Mazarini o Mazzarini o Mazarino), más conocido como el cardenal Mazarino (Pescina, Abruzos, papa y más tarde al servicio del reino de Francia. Fue el sucesor del cardenal Richelieu como primer ministro.
Duque de Buckingham: 33 años y moriría dos años después.
Algo se acercó a la realidad…
Cardenal Richelieu: 57 años y en 1624 asume su puesto importante en la corte.
No está mal…
Bueno, resumiendo: podemos decir que Los personajes Históricos de la Reina Anna, el Duque de Buckingham y el Cardenal Richelieu vivieron en la época que cita Dumas
Ahora bien, nuestros queridos mosqueteros fueron posterior a esa época, así como también lo fue el gran D´Artangan; pero, según dicen sus biografías coinciden sus fechas como mosqueteros.
¿Habrán tenido historias tan apasionantes como la que nos contó Alexandre Dumas?
Quien sabe….
Re: Los tres Mosqueteros de Alexandre Dumas
Guau chicas que buen trabajo !!! felicitaciones ! Me encantó , la verdad... En el libro que tengo de Los Mosqueteros, hay un texto que cuenta estas cosas de Dumas y los espadachines... Pero estaba tan ansiosa por leer la historia que no le presté demasiada atención Ahora que veo esta investigación que han hecho, recuerdo mejor... Está muy completa ! tiene detalles que no había leído anteriormente... Me llamó la atención ; por supuesto, Athos y la poca data que hay sobre él... Nada de esposas o hijos ... Y si sacamos cuentas debe haber muerto muy joven... alrededor de los 30 años, pero no más de eso no ? pobrecito ...
Y en el primer texto , cuando se comparan los hechos y personajes reales con la novela... Me perdí un poco con la muerte de Milady... Está diciendo que en la realidad murió así ? Por que en el libro los mosqueteros estaban presentes cuando el verdugo la sube al bote y alcanzan a ver todo desde lejos... Ahí si que me desorientó...
De cualquier manera, excelente trabajo chicas !!
Y en el primer texto , cuando se comparan los hechos y personajes reales con la novela... Me perdí un poco con la muerte de Milady... Está diciendo que en la realidad murió así ? Por que en el libro los mosqueteros estaban presentes cuando el verdugo la sube al bote y alcanzan a ver todo desde lejos... Ahí si que me desorientó...
De cualquier manera, excelente trabajo chicas !!
natalia- Mensajes : 809
Fecha de inscripción : 02/07/2011
Re: Los tres Mosqueteros de Alexandre Dumas
Guau! Y no sé que más decir Gaby, menudo trabajo Un aplauso y en pie. La verdad que es de lo más interesante. Aquí tienes material suficiente como para empezar una buena tesis jeje. Algo similar me pasó con mi "Treball de recerca" que traducido literalmente sería algo como "trabajo de búsqueda o investigación". Es un trabajo que debemos hacer al finalizar nuestros estudios secundarios. En fin, que yo lo hice de los Templarios y me sorprendí al descubrir que muchísimas de las cosas que había leído en libros supuestamente ficticios no sólo podían ser reales sino que, y esto respondiendo un poco a tu pregunta final Gaby, en muchas ocasiones la realidad superaba la ficción.
Capde- Mensajes : 66
Fecha de inscripción : 06/07/2011
Re: Los tres Mosqueteros de Alexandre Dumas
Gaby, genial!!! y que completo, una razón más para leer el libro!!
fatima- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 06/07/2011
Edad : 51
Localización : MEXICO
Re: Los tres Mosqueteros de Alexandre Dumas
Gracias chicas, no es para tanto, cuando la curiosiodad me pica, tengo que saber más...
Los personajes de My lady y Rochefort, son ficticios. Se los debemos a Dumas ... o a Maquet!!!
Coincido, a veces la realidad supera a la ficción.
Los personajes de My lady y Rochefort, son ficticios. Se los debemos a Dumas ... o a Maquet!!!
Coincido, a veces la realidad supera a la ficción.
Re: Los tres Mosqueteros de Alexandre Dumas
Felicitaciones Gaby, tremenda investigacion me alegra tanto que podamos compartir toda esta informacion acerca de los mosqueteros y que a su vez demos una repasada a la historia mientras descubrimos la ficcion detras del
jocy- Mensajes : 540
Fecha de inscripción : 02/07/2011
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